lunes, 22 de abril de 2024

Jornada Cultural sobre "LA LUZ": muestra de convivencia y respeto.



El pasado martes, 16 de abril, celebramos en el centro una Jornada Cultural sobre "LA LUZ" de la que queremos destacar la convivencia que se respiró durante toda la mañana. Profesorado, alumnado y personal no docente, compartimos la gran variedad de actividades en torno a un tema que nos dió un juego increible. 

Estas son las actividades, preparadas por el alumnado de 1º de bachillerato, capitaneado por Santiago Aráiz, profesor del departamento de Lengua y Literatura, de las que pudimos disfrutar:


Y el resultado, en esta galería de fotos y videos: atención a las vidrieras que ya lucen en el centro, cuadros impresionistas (con experta pintora!), fusiones de fibra óptica y pruebas más técnicas, teatros de sombras, concursos y pruebas sobre "Lucidez" y visita y taller de la Asociación Aragonesa de Retina. Y además, premios (gracias a LACASA, por su espléndido reparto de dulces), reconocimientos, convivencia respetuosa en todo momento, ...nos sentimos muy orgullosos y orgullosas de nuestro centro al final de la jornada.

Como broche final, un concurso GoT Talent paralelo a una actividad con ex-alumnos preciosa de la que os dejamos su crónica:


Las jornadas del día de la Luz concluyeron con un doblete hermoso. En el patio, fiesta y baile; en el interior, reencuentro y coloquio entre generaciones distintas del Pedro Cerrada. Casi una veintena de antiguos alumnos regresaron ese día a su instituto para compartir sus experiencias con quienes ya están a punto de volar también: los alumnos de 2.º de bachillerato y algunos valientes de 1.º de bachillerato. La diferencia de edades, vivencias y recorridos de nuestros ex alumnos dio mucha riqueza al evento. Algunos nos habían dejado hacía ya más de una década y animaron a nuestros chicos a viajar, a equivocarse, a probar. A descubrir en esos tropiezos nuevas capacidades, más secretos del mundo y de uno mismo. Otros, más jóvenes, todavía tenían reciente la sensación de nerviosismo, los miedos o las dudas. Desde esa cercanía, transmitieron a las nuevas generaciones la importancia de confiar en aquello "donde uno vibra", en apostar por lo que sentimos que nos gusta hacer. Como los más veteranos, hablaron también de las "sombras": no es fácil, pero de todo aprendemos, nos rehacemos y seguimos creciendo.

Los alumnos -que están ya en capilla- escuchaban atentos y sonreían cuando alguien daba en el clavo de lo que están viviendo, sorprendidos -¿y aliviados?- de escuchar cómo personas como ellos (no profesores, no padres) les hablaban de tú a tú para asegurarles que todo pasa, que nada es tan definitivo como parece, que hay tiempo para llegar donde uno desea, esforzándose, probando, remando a favor y aprendiendo de errores-oportunidades. Se llevaron (nos llevamos) una imagen imborrable: el enlace entre generaciones que se dan una mano invisible, sin esfuerzo, sin fuegos artificiales, sencillamente, con el sonido de las cosas verdaderas. Era nuestro deseo: reunidos como alrededor de una hoguera, pasando el relevo, grabando en nuestras retinas y corazones que la vida sigue y que nuestros chicos crecen y pueblan el mundo como grandes seres humanos. Y encima, nos hacen el regalo de regresar al lugar del que salieron un día y compartir sus pasos con quienes han llegado después.

Los profesores disfrutamos lo nuestro también. Y aprovechamos para preguntar, conocer, dar abrazos y agradecer de corazón a estos antiguos alumnos su cariño. Es una alegría saber que andan por el mundo.